1.
El proceso para generar y elegir estrategias.
“Los estrategas nunca consideran todas
las alternativas viables que podrían beneficiar a la empresa porque existe una
cantidad infinita de acciones posibles y una cantidad infinita de caminos para
ponerlas en práctica”.
“El proceso debe incluir a
representantes de cada uno de los departamentos y divisiones de la empresa, al
igual que de las demás actividades para formular estrategias”.
Recuerde que la participación le ofrece una
magnífica oportunidad a los gerentes y empleados para entender bien lo que está
haciendo la empresa y por qué, así como para comprometerse a contribuir con el
propósito de que la empresa alcance sus objetivos.
Todos los que participen en las actividades
para analizar y elegir estrategias deben tener a la mano la información de las
auditorias interna y externa.
Esta información, sumada al enunciado
de la misión de la empresa, ayudará a que los participantes cristalicen en su
mente las estrategias particulares que, en su opinión, brindarán más beneficios
a la empresa.
En este proceso de razonamiento se debe propiciar la creatividad.
“Las estrategias alternativas
propuestas por los participantes se deben analizar y discutir en una junta o en
una serie de juntas. Las estrategias propuestas se deben llevar por escrito”.
Cuando todas las estrategias viables
identificadas por los participantes hayan sido presentadas y entendidas,
entonces los participantes deben clasificar las estrategias por orden de su
atractivo, con:
No
se debe poner en práctica,
Se
podría poner en práctica,
Se debería poner en práctica
Se
debe poner en práctica.
Este proceso producirá una lista de
las “mejores” estrategias por orden de importancia que refleja la opinión
colectiva del grupo.
2.-Los
objetivos a largo plazo
“Los objetivos a largo plazo
representan los resultados que se esperan del seguimiento de ciertas
estrategias. Las estrategias son las acciones que se emprenderán para alcanzar
los objetivos a largo plazo.”
El marco de tiempo de los objetivos y
las estrategias debe ser congruente, normalmente entre 2 y 5 años.
Cada vez hay más empresas que
reconocen que para establecer objetivos y estrategias a largo plazo se requiere
un proceso de toma y daca. Los objetivos se van cristalizando conforme se
formulan y seleccionan las estrategias viables.
La naturaleza de los objetivos
a largo plazo.
“Los objetivos de las diferentes
unidades de la organización deben ser cuantitativos, mensurables, realistas,
comprensibles, desafiantes, jerarquizados, alcanzables y congruentes. Además,
cada objetivo debe ir ligado a un límite de tiempo.”
Por lo general, los objetivos se establecen en
términos como crecimiento de los activos, crecimiento de las ventas,
rentabilidad, participación en el mercado, grado y naturaleza de la
diversificación, grado y naturaleza de la integración vertical, utilidad por
acción y responsabilidad social.
Los objetivos establecidos con claridad
ofrecen muchos beneficios; marcan un curso, permiten la sinergia, sirven para
la evaluación, establecen grados de importancia, disminuyen la incertidumbre,
reducen los conflictos, estimulan su ejercicio y sirven tanto para la
asignación de recursos como para el diseño de puestos.
Una organización necesita objetivos a
largo plazo a nivel de empresas, de divisiones y de funciones. Éstos son una
medida importante para el desempeño gerencial.
Los objetivos enunciados y comunicados
con claridad son vitales para el éxito por muchas razones. Los objetivos ayudan
a las partes interesadas a entender su papel dentro del futuro de la
organización. Además, sientan las bases para una toma de decisiones consistente
por parte de gerentes con valores y actitudes dispares.
“La organización que logra un consenso
sobre los objetivos durante las actividades para formular la estrategia, podrá
reducir al mínimo los conflictos que se pudieran presentar más adelante durante
su implantación.”
Los objetivos establecen las
prioridades de la organización y estimulan el esfuerzo y la realización.
Funcionan como normas para evaluar a personas, grupos, departamentos,
divisiones y organizaciones enteras.
Los objetivos son una base para diseñar
puestos y organizar las actividades que se realizarán en la empresa. Asimismo,
marcan el curso del ejercicio de la autoridad y dan lugar a la sinergia en la
organización.
Una organización, sin objetivos a largo plazo,
estaría dando bandazos sin sentido, ¡rumbo a un fin desconocido! Es difícil
suponer que una organización o persona pueden alcanzar el éxito sin tener
objetivos claros.
El éxito rara vez se da por accidente; por el
contrario, es más bien el resultado de un trabajo arduo y dirigido a alcanzar
ciertos objetivos.
Administrar sin objetivos.
Las estrategias deben evitar los
siguientes caminos alternativos para “administrar sin objetivos”.
v
Administrar por
extrapolaciones:Se
adhiere al principio “si no está roto, no lo arregle”. Esta idea implica seguir
haciendo más o menos lo mismo y de la misma manera, porque las cosas marchan
bien.
v
Administrar por crisis: Se basa en la idea de que la
verdadera medida de un estratega realmente bueno es su capacidad para resolver
problemas.
Como las crisis y los problemas son
tantos que alcanzan para todo el mundo y todas las organizaciones, los
estrategas deben invertir su tiempo y su energía creadora en resolver los
problemas más apremiantes del día.
Administrar por crisis, de hecho, es
una forma de reaccionar y no de actuar, dejando que las circunstancias dicten
el qué y el cuándo de las decisiones administrativas.
Administrar por ideas
subjetivas.
“Se basa en el concepto de que no
existe un plan general que indique qué hacer ni qué camino seguir; sólo haga su
mejor esfuerzo para hacer lo que usted considera que se debe hacer”.
En pocas palabras, “ocúpese de lo
suyo, haciéndolo lo mejor posible” (en ocasiones se llama “el enfoque
misterioso para la toma de decisiones” porque los subalternos tienen que
suponer qué está ocurriendo y por qué).
v
Administrar por esperanzas: Se basa en el hecho de que el
futuro está lleno de incertidumbres y de que si tratamos de triunfar pero no lo
logramos, entonces acariciamos la esperanza de que nuestro segundo (o tercer)
intento sí triunfen.
Las decisiones se pronostican con la
esperanza de que funcionen y de que los buenos tiempos están por llegar, sobre
todo si la suerte y la fortuna nos sonríen.
v
Un marco general para formular
estrategias: Las
técnicas importantes para formular estrategias se
pueden integrar en un marco
de tres etapas para tomar
decisiones.
Los instrumentos presentados en este
marco se pueden aplicar a organizaciones de todo tipo y tamaño y le pueden
servir a los estrategas para intensificar, evaluar y elegir estrategias.